Woodhaven, New York

Junio 09 al 11, 2017

Iglesia Centro Cristiano Luz en las Tinieblas

“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.” Salmos 126:5-6

Hace 39 años, siendo un joven de 17 años, y estando en una de las clases del Instituto Bíblico en la Iglesia Central Filadelfia, en Tegucigalpa, uno de los expositores nos enseñaba que como ministros debemos llorar ante el Señor antes de exponer la palabra, para subir sensibles al Espíritu Santo en el momento de estar compartiendo; y de esa forma esa palabra saldrá con unción de quebrantamiento y el resultado serán almas convertidas.

Del 9 al 11 de junio estuve en Nueva York, en la Iglesia Luz en las Tinieblas y su pastor Ronald Urquiza. En esta congregación tienen un grupo de alabanza precioso, que prepara a la audiencia en la alabanza para recibir palabra.

Los tres días fueron de gran bendición; Siempre he dicho que una buena alabanza prepara el corazón de los asistentes para recibir la palabra, y este domingo fue hermoso, ante una iglesia llena de visitas de preciosos hermanos que llegaron de diferentes congregaciones, y diferentes Estados.

Mientras el grupo de alabanza entonaban los cantos, en la parte de atrás me entregue en clamor al Señor para que Él me usara en su palabra. Mis ojos se llenaron de lágrimas, y al subir al púlpito estaba con completa libertad en el Espíritu. Y el resultado fue hermoso, una congregación tocada y una preciosa cosecha de almas.

La esposa del pastor Urquiza me comentaba con gozo de ver a una familia completa regresando al Señor, y ver personas restaurarse en forma especial.

Cada vez querido ministro que subas al altar a predicar la palabra, trata de llorar ante el Señor primero, y empezarás a ver cómo el Espíritu Santo te usará.

Que el Altísimo Dios Todo Poderoso me les bendiga les dejo de nuevo el pasaje inicial:

“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.” Salmos 126:5-6

DETALLES DEL EVENTO