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Garland, Texas

Sep 18 al 20, 2020

Iglesia Cristiana Ebenezer

Honrar a Dios en medio de la pandemia

Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. 2 Crónicas 7:14.

Introducción

Del 18 al 20 de septiembre estuve en el 27 aniversario de la iglesia Ebenezer, en la ciudad Garland, Texas. El pastor fundador de esta hermosa iglesia es el pastor Ismael Pineda, quien llegó procedente de las Asambleas de Dios de El Salvador, con la misión de levantar una iglesia en Dallas, TX.

Desde que fundó la iglesia hace 27 años, su ministerio se convirtió en uno de los ministerios más fructíferos; a tal magnitud, que la gran mayoría de las iglesias que están en esta área de Garland, tienen frutos de almas convertidos en la iglesia Ebenezer.

Hoy en día esta iglesia es la más grande de todo Garland, y con muchas misiones dentro y fuera de los Estados Unidos. Se puede decir que el ministerio del pastor Pineda es un árbol de muchos frutos para el Señor; pero debemos reconocer que todo buen árbol que da buenos frutos, siempre es “apaleado”. Este pastor siempre ha tenido personas resentidas atacándolo duramente, pero en lugar menguar, su ministerio sigue siendo fructífero, porque Dios ama y respalda a sus siervos que son ganadores de almas. Más el árbol sin fruto, que solo se dedica a calumniar, difamar y expandir odio, es considerado árbol maldito, y finalmente será lanzado al fuego eterno.

Conclusión

En esta pandemia, la iglesia Ebenezer, al igual que todas las iglesias, fue cerrada. Pero en el momento que las autoridades del Estado de Texas, dieron apertura, el pastor comenzó hacer cultos, primero al aire libre en el estacionamiento de su iglesia, y luego dentro de su templo. Por hacer eso enfrentó duras críticas de personas que una vez fueron miembros, estos empezaron a insistir, a los propios miembros, a que no fueran a la iglesia, porque se iban a contagiar.

Y por supuesto Satán atacó a la iglesia con contagios, incluyendo al pastor, quien estuvo al borde de la muerte, pero ellos no se dieron por vencidos. Y finalmente, el pastor fue testigo de cómo llegaron Angeles guerreros a su lecho en el hospital, y expulsaron al demonio de muerte. El pastor Pineda gracias a Dios se recuperó, y se puso de inmediato al frente de la iglesia.

Lo más lindo de esto que comento, es que a pesar de que el ataque de los resentidos fue muy fuerte, para evitar que la iglesia siguiera alabando al Señor, la iglesia respondió de una manera impresionante mientras su pastor estaba en el hospital. Y por increíble que parezca, está iglesia con más de mil quinientos miembros, y con buen números de contagiados, todos fueron completamente liberados, y no han tenido el dolor de ver a miembros morir en esta pandemia. Todos están sanos, y casi el cien por ciento han regresado al templo para adorar al Altísimo.

Este fin de semana que estuve en su aniversario, y que para mi ha sido el aniversario número 25 en ser el predicador invitado, ha sido de impacto en mi vida, ver a un pueblo que se entrega con pasión a adorar al Señor, desafiando a la misma pandemia, por eso el Señor los está bendiciendo en forma muy especial.

En lo personal estoy regresando a casa contento de haber tenido parte en esta gran bendición donde tuvimos una linda cosecha de almas para el Señor.

La bendita promesa del Señor es que si su pueblo se humilla, y lo alaba, Él lo bendecirá y lo sanará.

Les comparto algunas de fotos de los tres días, la primera de ellas con el pastor Pineda.

Que el Altísimo les bendiga.

Shalom.
Antonio Bolainez