Juntos Venceremos

julio 18, 2017

En la batalla entre Amalec e Israel encontramos grandes enseñanzas para la Iglesia. Primeramente vemos que al estar en Cristo seguiremos enfrentando luchas; pero que ahora no estamos solos. Aprendemos también que no es bueno que el líder sea un hombre solitario con voz absoluta, sino que debe de contar con el apoyo de consiervos, un cuerpo ministerial y la Iglesia en general para llevar a cabo al obra del ministerio. Finalmente vemos que es Dios quién nos da la victoria; Una iglesia que se nutre en la Palabra de Dios es una iglesia poderosa, fuerte, y firme, para hacer frente a las grandes batallas del enemigo.

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