El peligro de no regresar a la Iglesia

Antonio Bolainez | octubre 28, 2021

Familia ante la cruz

no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca. Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados. Hebreos 10:25-26

Introducción

El gran Rey David, expresó en uno de sus salmos, el deseo de estar siempre en la casa del Señor; y ese fue siempre el deseo del pueblo de Israel; de estar todos juntos con su familia en la casa del Altísimo para adorarlo, todos juntos con júbilo, y escuchar las enseñanzas de YAWEH en boca de sus siervos.

Cuando el pueblo fue llevado cautivo a Babilonia, ya no podían ir a la casa de HASHEM en Jerusalén, y fue en esas tierras, donde nacieron las múltiples Sinagogas, palabra que en la terminología griega significa: Congregación o centro cultural y religioso.

Los judíos esparcidos en Babilonia y Persia, formaron estos lugares en sus comunidades, y de esa forma podían congeniar para ayudarse entre ellos y adorar juntos al gran Dios Todo Poderoso. Al regresar a la tierra de Israel, siguieron formando las Sinagogas.

Cuando se levantó la iglesia primitiva, fundada por el Señor Yeshua Nazareno, fue para ellos algo común levantar Sinagogas en sus diferentes comunidades y las regiones de Asia menor. No olvidemos que la totalidad de la iglesia primitiva fue fundada directamente del judaísmo; más tarde a estas Sinagogas cristianas se les llamó iglesias, terminología que vino del latín.

Enfriamiento

Con el cierre provocado en forma global por esta pandemia, se ha producido un escalofriante enfriamiento en el pueblo cristiano, y se han estado alimentando de elementos nocivos al Señor en las redes sociales. Estos elementos que en algunos de los casos fueron miembros rebeldes en sus congregaciones, hoy alimentan a múltiples familias cristianas a que no se congreguen, diciéndoles que una iglesia no son “cuatro paredes”.

Estos pensamientos malignos contradicen lo expresado por el Rey David, y por supuesto lo expresado por el escritor de los Hebreos 10:25-26. Donde Pablo y Bernabé nos exhortan a no dejarnos de congregarnos, y cuanto más cuando la venida del Señor se acerca. Al mismo tiempo advierte a estos cristianos a los que se está confrontando, a que no ocupen esta excusa para pecar deliberadamente, porque en tal caso ya no quedará más remedio para el perdón de sus pecados.

Conclusión

Como cristianos en este tiempo final en que la venida del Señor está a las puertas, tenemos que ser prudentes, en no exponernos en lugares que nos puedan incitar al pecado. Me decía una persona cristiana: “Yo solo alistó maletas y me voy a donde sea”, grave error e imprudencia, porque estamos abriendo puertas peligrosas. Pero para lo que sí siempre debemos estar listos, es ir a la iglesia y glorificar en forma alegre al GRAN YO SOY, el Todo Poderoso y a Yeshua Jesús Nazareno, como nuestro gran Redentor y Salvador de nuestras almas.

Que el Altísimo me les bendiga, y no dejemos de congregarnos.

Shalom.

Antonio Bolainez