Enfriamiento Peligroso

Antonio Bolainez | julio 13, 2018

Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que, tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; pero las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Como el novio tardaba, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: “¡Aquí viene el novio, salid a recibirlo! Mateo 25.1–6

El domingo 8 de julio, estuve ministrando en la Iglesia Jesucristo es la Verdad, y su pastor Néstor Medina; fueron dos hermosos cultos, en la mañana y en la noche. En ambos, tuvimos una recepción excelente y vimos a preciosas almas recibir a Jesús como su Salvador.

Por la mañana les compartía al pueblo del Señor, acerca de la peligrosa frialdad por la que está pasando nuestra iglesia en forma global. Comencé hablando del ayuno de Daniel, cuando él ya tenía aproximadamente 84 años, y él está viendo que la gran profecía de Jeremías estaba llegando a su cumplimiento. Es decir, se estaban cumpliendo los 70 años de cautiverio, y la profecía decía que al cabo de setenta años, los esparcidos serian regresados a su tierra, Israel.

Todos los grandes maestros de profecía en los últimos 70 años, han estado de acuerdo en que, con la restauración de Israel como nación, en 1948, inició el camino hacia la última generación. Y eso ha quedado debidamente comprobado, pues en estos últimos setenta años, el mundo cambió impresionantemente, y las grandes señales de los evangelios se han cumplido de manera sorprendente; a tal magnitud que los propios científicos, hoy en día, citan constantemente el libro del Apocalipsis.

El pasado 14 de mayo, se cumplieron los setenta años, de una generación de acuerdo al salmo 90:10. Pero decía en la iglesia del pastor Néstor, en Miami, que en la profecía de Jeremías, anunciaba que cumplidos los setenta años, comenzaría el gran milagro del retorno del remanente de Judá a Jerusalén.

Cautiverio de Babilonia.

Ahora que Daniel había visto que se cumplían los setenta años, observó con tristeza una profunda frialdad en el remanente de Judá. Ya no oraban como cuando Daniel estaba joven; ya no cantaban con el profundo deseo del regreso a la patria del Señor. Ahora el pueblo judío en Babilonia se había enamorado de los hechizos y el materialismo de los Babilonios, y eso puso a Daniel profundamente triste.

Lo que sucedió en el Antiguo Testamento, es un reflejo de lo que pasaría con la iglesia del Nuevo Testamento. Fue increíble como nuestra iglesia evangélica creció en estos setenta años, desde que Israel fue restaurada como nación. En estos setenta años atrás, nuestra iglesia evangélica, fue apasionada en la proclamación del evangelio a todas las naciones, y todos estaban a la expectativas de la inminente venida del Señor.

Pero con la llegada del siglo XXI, nuestra iglesia ha dado un gigantesco giro en la pasión por la venida del Señor Jesús. Y más escalofriante es este año, en que ya se cumplieron los 70 años. Lejos de estar nuestras iglesias evangélicas emocionadas, porque ya estamos en el filo de la gran promesa, se percibe un gran frialdad; tal como le sucedió a Israel, cuando se cumplieron los setenta años profetizados, y comenzó el gran juicio sobre Babilonia, y con ello diez años intensos.

Actualmente estamos viendo el profundo enfriamiento de nuestra iglesia evangélica, que ya vio el cumplimiento de los setenta años de Israel, y está viendo el inicio de estos futuros diez años “en rojo”. Pues lo que estamos viendo en todo el mundo es algo muy feo; levantamientos, tristes y dolorosos, como lo que está pasando en Nicaragua, crisis migratoria sin precedentes, que está provocando dolor y asombro; y grandes impactos con fenómenos naturales.

Con todo y eso, explicaba el domingo en Miami, la iglesia no reacciona. Está igual al pueblo de Judá en la época de Daniel.

El 6 de diciembre del 2017, leí un artículo en el Periódico Jerusalén Post, en el que decía que la iglesia evangélica de América, está pasando su peor crisis espiritual. Y que en los próximos diez años, mencionaba el artículo, será mucho más crítico, porque los hijos de los cristianos, no están siendo ganados por sus papás para el cristianismo.

Algo semejante publicó también otro periódico español llamado El País, donde está hablando del peligro que están corriendo los evangélicos al involucrarse abiertamente en una bandera política; lo cual está dejando muy mal parada a la Iglesia para el futuro inmediato.

¿Por qué está ocurriendo esta peligrosa frialdad?

Podríamos encontrar múltiples razones. Una es que muchos de nuestros líderes religiosos, se han vuelto altamente soberbios, al involucrarse en la vida materialista de este mundo; como los de Judá en los negocios de babilonia. Otra puede ser la enorme infiltración de agentes de satanás en las redes sociales, que tal como Pablo lo adelanto en 2 Timoteo 4:1.5, se amontonarían maestros conforme a sus propias concupiscencias y apartaría a gran cantidad de los escogidos de la sana doctrina.

Pero la repuesta final está en el mismo pasaje que hemos leído al inicio de este artículo, donde el Señor, claramente habla, que antes del gran evento del rapto de la Iglesia, se dormirán tanto los cristianos apostatas como los cristianos del remanente fiel. Tal como como lo explica el Señor en la parábola de las diez vírgenes.

Parabola de las 10 vírgenes.

Yo solo les estoy resumiendo este tema, pero es mucho más profundo. Si usted querido lector cristiano lo analiza, es triste lo que pasa con nuestra iglesia en todo los niveles; sin importar raza, tanto anglo, como hispana; y sin importar el lugar geográfico. Por ejemplo, usted ya no ve en los cristianos adultos, sentir una pasión porque sus hijos se salven, es más, ni siquiera quieren involucrar a sus niños con el Señor, los llevan a la iglesia y les dan el celular o tableta, para que él simplemente sea como un robot en la iglesia.

La conferencia que di el domingo en la mañana en Miami lleva por título Una crisis se aproxima, y al salir esa mañana de la iglesia, al llegar al hotel, un pastor costarricense me compartía la siguiente experiencia, de otro pastor amigo de él de Costa Rica.

Lo siguiente le sucedió al pastor Armando Umaña:

“Hermanos y hermanas en Cristo solo contarles lo que me paso ayer en la mañana… Tengo una palabra para todos ustedes, para su familia y para sus amigos. Por favor comparta esto con quienquiera, donde quiera que vaya: El tiempo se acaba…

Mientras oraba ayer por la mañana, me pasó una cosa tremenda. Donde Dios mostraba como la gente está adorando… ¡Podía ver sus pensamientos! y ninguno de sus pensamientos, o sus mentes, estaban en Cristo Jesús. Todos estaban en sus propias cosas.

Y yo dije: Espíritu Santo, quiero que tomes mis pensamientos, los lleves en cautiverio, quiero concentrarme solo en Dios, solo en ti mi Señor. Y tan pronto como dije eso, estaba orando y dije: Dios, solo quiero concentrarme en ti.

De repente me había ido. El Espíritu Santo me llevó, y estaba en un lugar donde había tanta paz. Y mientras yo estaba allí, vi a Jesús parado en una nube y los ángeles estaban alrededor de Él, y todos tenían sus trompetas en boca, listos para ser tocadas.

Yo estaba llorando, y dije: —Jesús ¿Qué estás haciendo? Él dijo: —Estoy en camino, vengo, el tiempo se acabó. Y le dije: —Señor, pero tú no puedes venir, la gente no está lista todavía, ¿Qué va a pasar con mis hermanos y hermanas? ¿Qué va a pasar con mis vecinos? Me respondió: —hijo mira tú reloj, y cuando mire mi reloj ¡estaba en blanco! ¡estaba completamente en blanco! y entonces Él me dijo: —El tiempo pasó, el tiempo ha terminado, ya no hay tiempo, mi misericordia ha terminado.”

He compartido parte de ese impresionante testimonio, y no hay duda de que el tiempo se está terminando. No hay duda de que estamos iniciando, desde el pasado 14 de mayo, diez años “en rojo”. Les aseguro que estaremos viendo cosas muy feas, como las que ya estamos viendo, pero lo peor todavía viene.

“Estoy en camino… el tiempo se acabó”

Mis queridos hermanos, y estimados amigos, de verdad, traten de despertar o reaccionar, y busquen de todo corazón al Señor, por múltiples razones. Una de ellas, es por las cosas terribles que vienen, y la otra, es porque el arrebatamiento puede pasar en cualquier momento.

Permita Dios, que muchos de los que están leyendo este artículo y nos siguen en las redes sociales, sean parte de las cinco vírgenes sensatas, y puedan reaccionar en este momento crítico de frialdad de la iglesia.

Hablen con sus pastores. Si algunos de ellos se ha llenado de soberbia, díganle que el tiempo se terminó, que estamos viviendo tiempo extra. Hable con su familia, de corazón a corazón, y trate de que sus hijos ya no estén con el teléfono en el culto, sino que se integren con usted en la adoración en el Señor, para que vayan recibiendo el aceite del Espíritu Santo.

Solo quería compartirles esta corta reflexión, por favor compártala con otras personas, y anime a sus amigos a que se entreguen al Señor lo más pronto posible.

Les dejo este pasaje de Apocalipsis:

El Espíritu y la Esposa dicen: «¡Ven!». El que oye, diga: «¡Ven!». Y el que tiene sed, venga. El que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida. Apocalipsis 22.17

Que el Altísimo les bendiga.
Antonio Bolainez