Nunca olvidar

Antonio Bolainez | noviembre 13, 2021

Grupo de personas junto al Dr. Antonio Bolainez en el Monte de los Olivos

“Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí; y haz allí un altar al Dios que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú.” ‭‭Génesis‬ ‭35:1‬ ‬

Introducción

El padre Jacob ya tenía muchos años viviendo en lo que hoy es Siria. Allí había formado su familia, y ahora está pasando un momento difícil en su vida. En lo secreto de su alcoba, se arrodilló ante el Altísimo y derramó su alma ante Él; le presentó el momento difícil por el que estaba pasando. El Altísimo le dijo: Vuelve a Bethel.

¿Por qué el Altísimo le ordena al padre Jacob regresar a Bethel? Los historiadores dicen que Hashem –es decir el Señor– quería que su siervo regresara a donde había iniciado el toque de su vida espiritual con el Dios Todopoderoso.

El Viejo, Chinandega

A veces muchos de los que hemos sido llamados al ministerio, y que hemos sido llevados hasta continentes lejanos, necesitamos regresar al lugar donde iniciamos ese toque con el Altísimo Dios Todopoderoso.

Necesitamos volver a recordar junto a nuestra gente sencilla y humilde esos tiempos de los primeros pasos; pues solo así podemos valorar ese precioso llamado del Altísimo en Yeshua Hamashiah, nuestro Salvador.

Este 12 de noviembre viajé desde Texas al pueblo donde, hace casi 43 años, el Señor se me reveló y me llamó al ministerio. Ese pueblo es: El Viejo, Chinandega, Nicaragua.

Estuve con un precioso grupo de más de cien pastores –Muchos de ellos me conocieron en aquellos inicios–. Compartí la Palabra por más de dos horas, y al final tuvimos una ministración con todos ellos; Fue lindo ver a muchos de los pastores arrodillarse y llorar ante el Señor.

Hicimos énfasis en que nosotros los ministros no podemos ser sembradores de odio, sino de la semilla de la paz y el amor. Y que en ningún momento debemos ser activistas políticos, para dejar la puerta abierta, a fin de que cualquier persona que quiera ser ministrada por Dios pueda venir; sin importar su color político. Nuestra misión es predicar y orar por cualquier persona que venga a nosotros.

Pero el mensaje que compartí con todos los siervos fue, hacerles ver la gran cercanía del Arrebatamiento de la Iglesia, y que hoy más que nunca nuestra misión es ganar cuantas almas podamos para el Señor, porque el tiempo es corto.

Conclusión

Fue un momento precioso para mi vida ministerial, el haber podido estar junto a mis consiervos humildes de mis inicios. Fue como haber regresado a Bethel así como lo hizo el padre Jacob.

Como ministros siempre debemos tener en cuenta que tenemos que bajar de vez en cuando al lugar de nuestros inicios ministeriales, para que nunca olvidemos quién es el que nos llamo a su obra.

Les comparto, la primera foto (al inicio de esta reflexión) desde Bethel, en El Monte de Olivos, Israel, y en la siguiente galería  las fotos del evento pastoral en El Viejo, Chinandega, Nicaragua.

Que Dios me les bendiga grandemente y no olviden que Jesús viene muy pronto.

Shalom.
Antonio Bolainez.