El miedo a contagiarse

Antonio Bolainez | junio 29, 2020

“Entonces oí desde el templo una gran voz que decía a los siete ángeles: «Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios». Fue el primero y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia y que adoraban su imagen.”
Apocalipsis 16.1–2

Del 25 al 28 de junio del 2020, estuve en el 16 aniversario de la Iglesia Elim Central en Austin, Texas, y su pastor general Miguel Sarabia.

Este aniversario fue muy diferente, debido a los grandes cambios en los comportamientos sociales que hemos tenido que adoptar a causa a la pandemia. Es costumbre en nuestra cultura hispana el saludarnos con apretones de manos y abrazos, pero esta vez no fue posible.

En los cuatro días del evento, compartí algunos de los temas que hemos estado tratando a lo largo de esta pandemia. Hice énfasis en que debemos tener mucho cuidado de no caer en los extremos; que siempre surgen en medio acontecimientos sociales o religiosos.

Por ejemplo, en estos meses me he encontrado con personas —incluyendo pastores— que creen de corazón, y sostienen, que este virus es una mentira y que no existe; y que por lo tanto no hay que seguir las recomendaciones de distanciamiento.

En el otro extremo están los que son presas del temor; debido a los excesivos mensajes negativos en los medios noticiosos y el contenido sensacionalista en las redes sociales.

En estos mensajes que compartí en Austin, enfaticé a los diferentes grupos que asistieron al evento, que no podemos negar esta realidad.

Prueba de ello ha sido la muerte de mas de 75 pastores y un gran número de diáconos y misioneros en nuestra comunidad hispana en E.U.; siendo Nueva York el lugar de con el mayor número de siervos que se nos fueron en esta pandemia. Decir que este virus no es real, es negar la partida de nuestros siervos fallecidos.

También están los que están impregnados de miedo, entre los cuales tenemos a gran cantidad de cristianos. Estos tienen tanto pánico, que se han negado a regresar a sus iglesias; ahora que se ha dado esta apertura en los Estados de Texas y Georgia, argumentado el riesgo de contagio.

Lo irónico es, que no han dejado de ir a los supermercados o lugares de diversión, y cada día tienen que ir a su trabajo ¿acaso no se pueden infectar también en esos lugares?

Sabemos que en estos lugares se siguen las recomendaciones de distanciamiento e higiene, pero deben recordar que en las iglesias también están siguiendo las medidas de seguridad sanitaria y distanciamiento social, para evitar la transmisión, y que el pueblo pueda reunirse para alabar al Altísimo Dios Todo Poderoso.

Conclusión

Mientras venía de regreso a casa, me llamó el Dr. Jimmy, médico de Florida, para preguntarme sobre la persecución social que tendrá que pasar la Iglesia en este futuro cercano; en especial si se dictan leyes médicas de implantación de dispositivos, y que pueden poner en peligro nuestras convicciones espirituales.

Este fue un tema que abordé la última noche en Austin, y que marcara un precedente, un tanto disimulado, de asedio; previo a la verdadera persecución que será en la parte mas cruda de la Gran Tribulación.

A pesar de todas las normas de distanciamiento social, este evento fue precioso. El pueblo que llegó se entregó de corazón a alabar al Señor y a oír la palabra del Señor.

En cada uno de los seis servicios, tuvimos una linda costeña de almas.

Damos gracias a cada precioso hermano, junto a su pastor Sarabia, por esa entrega, con pasión, para que el pueblo se gozara en la presencia de Dios.

Les dejo fotos del evento y doy gracias al Altísimo por haberme dado el privilegio de ser parte de esta bendición de la Iglesia Elim Central de Austin, Texas.

Dios me les bendiga.
Shalom.

Antonio Bolainez.