Perspectivas de las siete iglesias

Antonio Bolainez | julio 11, 2020

Desde el año 2001 he tenido el privilegio de visitar el lugar donde estuvieron las siete iglesias del Apocalipsis en Asia, y en el 2016 tuve la oportunidad de estar ahí de nuevo.

En mi libro Israel Al Filo de la Profecía, explico que cada uno de los mensajes de las siete iglesia, tiene que ver con nuestros tiempos.

Respeto la opinión de los demás, pero creo que la iglesia Laodicea, considerada la iglesia de la apostasía, será la ultima; y después tendremos el Arrebatamiento de la Iglesia.

La iglesia de Éfeso es aquella que tiene doctrina sana, pero es deficiente en el amor; y sus primeras obras fueron más grandes que las últimas.

La de Esmirna era pobre, pero rica en el Señor. La de Pérgamo era fiel en medio de la persecución, pero deficiente en medio de la disciplina.

En Éfeso las primeras obras fueron más grandes que las últimas, mientras que en Tiatira las últimas fueros más grandes que las primeras.

En cuanto a Sardis, ninguna de sus obras fue buena. Esmirna estaba para heredar una corona de vida, pero Sardis, teniendo nombre de vida estaba muerta.

Filadelfia ardía en fervor, mientras Laodicea no era ni fría ni caliente; era tibia.

Es lindo notar que en las siete cartas hay promesas distintas.

Algunos escatólogos sostienen que estas Siete Iglesias describen los períodos de la Iglesia a lo largo de estos dos mil años.

Y las colocan así:

1. Éfeso: La apostólica.
2. Esmirna: La de persecuciones.
3. Pérgamo: Cuándo la Iglesia se unía al mundo en los días de Constantino.
4. Tiatira: Período de la corrupción romana.
5. Sardis: La de la reforma.
6. Filadelfia: La del siglo XX.
7. Laodicea: La actual.

Vale la pena que cada líder dentro de la iglesia haga estudios periódicamente sobre estos mensajes a las Siete Iglesias de Apocalipsis. Esto nos ayuda a tener una perspectiva de los tiempos, nos evitaría cometer muchos errores; además, nos deja una gran bendición.

Les dejo algunas fotos tomadas durante estas visitas en 2001, 2014 y 2016.

Dios les bendiga.
Shalom.
Antonio Bolainez